05 septiembre 2006

Las Posturas en Medicina I

No, aunque lo parezca, esta entrada no va a tratar sobre temas tan transcendentes como las posturas éticas y de actuación en medicina, sino algo más cotidiano y apegado al plano físico, las posturas o posiciones del cuerpo que encontramos en los distintos ámbitos de la práctica médica y su utilidad. Aunque pueda parecer, a primera vista, que las posturas sólo juegan un papel escénico, la realidad es que algunas veces son muy importantes, tanto en el diagnóstico como en el tratamiento.

Comenzaremos primero por lo básico y más frecuente (aún a riesgo de decir perogrulladas) para ir progresando hacia posturas más específicas y complejas (a la par que extrañas) que sólo se encuentran en determinadas especialidades.

La primera postura, la estándar sin lugar a dudas, es la famosa "Posición anatómica". En anatomía se considera el punto de origen a partir del cual aparecen todas las demás posiciones a través de la flexión, extensión de los distintos músculos. Una de las peculiaridades de esta postura es que las palmas se encuentran hacia al frente y no hacia atrás, como normalmente ocurre cuando cualquier persona está de pie con los brazos en extensión. Por esa razón, el dedo gordo ocupa la posición interna del pie, mientras que en la mano ocupa la posición externa.



Esta postura va a ser imprescindible para el estudio anatómico (principalmente en cadáveres). Por eso, si alguna vez han entrado por casualidad en un aula de disección se habrán dado cuenta que todos los cadáveres, además de demacrados, se encuentran en esa posición, aunque tumbados boca arriba (una postura que más adelante explicaré). A veces, también se utiliza esta postura, o similar, para hacer radiografías de tórax o abdomen.

La variante más frecuente de esta posición anatómica es la Posición en Bipedestación o Erguida Normal.



Es la postura estándar que casi todo hijo de vecino adopta al estar de pie. ¿Utilidad en la práctica médica? Más bien, útil e imprescindible en pacientes (nunca mejor dicho), para aguantar las largas colas de espera en centros de salud u hospitales sin sillas suficientes. Con la famosa variante de los brazos cruzados y apoyados sobre el tórax/abdomen.

La siguientes posturas son las mismas que las anteriores pero en un plano espacial diferente, nos referimos a los famosos Decúbito Supino



y Decúbito Prono



(Regla Nemotécnica Supino-->Up-->Arriba, Prono--> Down-->Abajo).

Sería igual de riguroso decir: "Tumbado boca arriba" y "Tumbado boca abajo", además de ser entendible por todos. Pero como parece que si no se mete un latinajo por en medio ya no es medicina, pues toca ampliar la terminología.

Son las dos posiciones reinas, tanto de la exploración general del paciente como de casi todas las operaciones quirúrgicas, sobre todo el decúbito supino, porque es a partir de este plano sobre el cual se puede acceder a una mayor cantidad de órganos que en decúbito prono.

También encontraríamos el decúbito lateral, útil para detectar si la presencia de líquido en el abdomen o tórax está tabicado o por el contrario, se encuentra de forma libre, dirigiéndose hacia la zona inferior del decúbito lateral por la acción de la gravedad. Esta posición también suele utilizarse para la auscultación de los pulmones en la zona posterior del tórax, sobre todo para aquellos pacientes que están encamados.



Posición Fetal. En ginecología se refiere a la posición del bebé respecto a la pelvis materna. En las personas adultas es una posición prácticamente idéntica a la que adopta el bebé en el útero materno.


Esta posición resulta francamente peculiar y contradictoria. Gracias a que es la postura que aporta la máxima protección de los órganos vitales y del cerebro, el ser humano la adopta de forma instintiva ante un peligro físico o psicológico extremo. ¿Nunca se han preguntado por qué hay tantos cadáveres que tienen esa posición? La respuesta es muy sencilla, vieron el peligro que se les echaba encima e instintivamente recurrieron a esa postura. Paradójicamente la posición que más puede ayudar a la supervivencia en el ser humano es la que más encontramos en aquellos que han fallecido.

También encontramos esta postura en trastornos mentales, durante brotes psicóticos o estadíos finales de demencias. Además, suele ir acompañado de cierta agitación y cabeceos contínuos del paciente. Algunas personas también adquieren una postura similar a la hora de dormir.

Esta postura se utiliza en medicina para la punción lumbar (tantas veces utilizada en House):




Continuará...