17 febrero 2006

Consultorio CPI / Tempus Fugit: Las Endorfinas I


Con la intención de echar una mano a mis compañeros Remo y Patxi de CPI en asuntos relacionados con la medicina, una servidora tratará, en la medida de lo posible, de responder a las preguntas que envíen. Abrimos así una especie de “consulta externa” de CPI para responder a los lectores cuyas dudas tengan que ver más con temas médicos.

Esta primera consulta tendré que dividirla en dos entradas para fraccionar la información y no quede demasiado denso. Me es imposible resumirlo, sobre todo porque la segunda pregunta toca justamente un tema bastante polémico y discutido por lo que necesita una explicación desarrollada para poder comprenderlo. Podría decir la respuesta sin más, claro, pero sin explicación alguna, creérselo consistiría más en un acto de fe por parte del lector antes que una lectura crítica. Y para actos de fe ya tenemos artículos como éste (Si no lo pongo, reviento)


La pregunta de Vicente:

“Una duda que tengo desde hace tiempo, pero que me interesa más desde que hago ejercicio es... ¿Qué hay de cierto en todo lo que se dice de las ENDORFINAS? En concreto...

1. ¿Son las endorfinas tan "maravillosas" como se dice? ¿Tienen un efecto beneficioso en el estado de ánimo, bienestar general, etc.? ¿A partir de qué "dosis"?

2. ¿Hacer ejercicio aumenta tanto el nivel de endorfinas como para que lo notemos, o es todo una especie de "efecto placebo"?

3. ¿A qué es comparable un "subidón" de endorfinas?

No sé si me he explicado con claridad. Cualquier cosa que digáis sobre las endorfinas desde vuestro punto de vista será siempre interesante. O curioso, como decís en vuestro título.”


1.
Si por una cosa se caracterizan las endorfinas es que a menudo se les da más importancia de la que tienen en realidad y ello viene acompañado sobre todo de ciertas exageraciones. Algunas afirmaciones que he leído como que las endorfinas son las moléculas de la felicidad distan mucho de la realidad.

De hecho, las endorfinas ocupan un papel secundario en todo el complejo entramado que originan los sentimientos (estado de ánimo, bienestar), cuando en realidad su principal característica es su actuación en la sensación del dolor. Refiriéndonos a los sentimientos, tienen muchísima más importancia otras sustancias como la serotonina, dopamina y noradrenalina que intervienen más activamente. No hay que olvidar que en procesos tan complejos como las emociones siempre se produce la interacción de muchas sustancias y nunca se debe por la actuación de una sustancia en particular y de forma independiente.

Pero antes de entrar en el asunto con profundidad hay que explicar algunas cosas básicas.

La endorfina es también llamada el opio natural del ser humano. Su nombre se debe a que se descubrieron de forma posterior a la morfina y significa “morfina endógena” ya que producía efectos similares a la morfina. Además, salvo raras excepciones, no provocan dependencia.

Sustancias como la morfina o la heroína también entrarían dentro de la misma categoría que la endorfina, pero serían sustancias exógenas (exteriores al cuerpo).

Las endorfinas entran dentro de la categoría de opioides y son neurotransmisores. Sustancias secretadas por neuronas que van a actuar sobre los receptores de otras neuronas. Pues bien, todos los opioides (endorfinas incluidas) tienen el mismo mecanismo de acción y actúan sobre los mismos receptores, aunque ya la potencia del efecto dependa de la sustancia en sí.
Por tanto, los efectos de las endorfinas serán las de cualquier opioides pero con una potencia más limitada en el tiempo. Son los siguientes:

-1.Su principal efecto y más importante es que aumentan el umbral del dolor (provocan analgesia) y combaten el estrés.

-2.Como efectos menos importantes y en los que actúan secundariamente serían: Sensación de euforia, apetito, aumento de la libido y buen estado de ánimo. También hay algunos estudios que relacionan las endorfinas con un aumento de la inmunidad y cierto retraso en el envejecimiento.

Por poner ejemplos en la actuación de las endorfinas en el dolor:

Gracias a sus efectos, un parto natural resulta mucho menos doloroso de lo que sería sin estos neurotransmisores. En esas situaciones hay un incremento de estas moléculas.

En situaciones extremas y altamente estresantes como una guerra o un atentado terrorista algunos heridos aún con lesiones importantes soportan el dolor y pueden realizar acciones para salvarse del peligro que de normal se verían incapaces de realizar porque este dolor sería insoportable. La imagen típica del soldado que sigue disparando para salvar su vida a pesar de haber recibido un balazo en la pierna es un claro ejemplo.

También ocurre durante competiciones deportivas, en las que a mitad de ellas el deportista puede sufrir una lesión y es capaz de aguantar el dolor hasta que ésta termine, momento en el cual la situación estresante desaparecerá, los niveles de endorfinas bajarán y el dolor se incrementará sustancialmente.

Actualmente, se piensa que una de las posibles causas del autismo sea por unos niveles elevados de endorfinas.

Con respecto a la “dosis” a la cual comienzan a tener efectos en la persona es muy variable. Cada uno de nosotros desde el nacimiento posee ya unos niveles predeterminados de endorfinas en reposo. Además, el efecto que éstas provocan en la persona es también muy diferente. Y también hay que añadir que cada uno tiene su propia percepción del dolor, un mismo pinchazo en dos personas distintas puede suponer mucho dolor para una y que la otra ni lo note. Por ello, el rango de dosis efectiva (dosis a la cual comienza a tener efecto) es bastante amplio.

Por comparación con otros opioides la dosis a la cual comenzaría a hacer efecto estaría entre los 2-20 miligramos por vía intravenosa (por otras vías la cantidad varía aún más). Algo bastante teórico ya que no se administran endorfinas sintéticas nada más que para investigación y no precisamente para comprobar sus efectos euforizantes y de bienestar, sino para ver los efectos que tiene sobre el dolor. Además, conseguir 5 miligramos de endorfina humana cuesta 573 euros. Así que la mejor forma de llegar a unos niveles adecuados de endorfina además de la más sana será fabricarlos de forma natural por ti mismo :)