23 diciembre 2005

La Realidad de la Selección Genética


Cada vez que se habla de "Selección Genética" la gente suele escandalizarse. Recuerdan los genocidios en masa que cometieron los nazis hace años por el pretexto de conseguir una raza superior, una "purificación genética" lo llamaban. Aniquilaron a muchos aportando esas "razones", sobre todo a muchos deficientes mentales.

O lo ven como jugar a ser dioses, dejándonos llevar por nuestra prepotencia. En la búsqueda de la perfección que, según ellos, lleva irremediablemente a la pérdida de valores, a la perdición de la humanidad o de ambos. Que nuestro juego se convierta en una travesura y terminemos por pagar nosotros mismos las consecuencias.

Pero ante todo, la mayoría lo ve como algo lejano, que podrá darse algún día pero que ahora no es posible y, por tanto, no tiene lugar.

Y se equivocan. La selección genética ya hace años que empezó. De forma sutil, casi imperceptible, pero está ahí.

Basta ser un poco observador y darse cuenta de que esas sutilezas son el comienzo. Que son irremediablemente progresivas y que ya no hay marcha atrás.
A veces, el principio de un hecho importante pasa desapercibido. Y no porque le asignemos menos importancia de la que tiene, si no porque no reflexionamos las consecuencias que tiene la pequeña chispa que prende la cuerda.

Hay una película que recomiendo a todo el mundo, llamada Gattaca. Fue una película que pasó por los cines sin pena ni gloria. Pero que estoy convencida de que conforme pase los años, se convertirá en una película de culto. Porque en ella ya se vislumbran muchas cuestiones y dilemas que están por llegar sobre la selección genética.

Bien, ahora para quien piense que la selección genética es todavía cosa de laboratorios y totalmente experimental. Aquí van algunos hechos:

1. TODOS los partos con vigilancia médica son sometidos a estudios de probabilidades de malformaciones de causa genética y diversos síndromes genéticos (Síndrome de Down, Síndrome de Edwards, Fibrosis Quística...). Si las probabilidades son muy altas, se procede a hacer una amniocentesis. Una pequeña toma del líquido amniótico para realizar un análisis del cariotipo. Es decir, de nuestros cromosomas. Si el análisis del cariotipo confirma nuestras sospechas de enfermedad o síndrome genético. El médico tiene la obligación de hablar con los padres para informarles que pueden continuar con el embarazo o bien pueden abortar (el aborto por estas causas es legal hasta la 22-23 semana de embarazo en EE.UU., Europa y Canadá). Según los comentarios de algunos médicos, la gente, ante la triste noticia, suele abortar en la mayoría de los casos, hecho que puede llamar la atención si tenemos en cuenta la gran tradición católica que existe en España.

Un ejemplo de selección genética. Los más desfavorecidos, los que genéticamente están destinados a sufrir una enfermedad o un síndrome no llegarán a nacer. A la larga veremos una disminución considerable de estos síndromes por esta razón. Y puede que al final, sean algo extremadamente raro.

El primer caso de amniocentesis con fines diagnósticos fue en 1967 para el diagnóstico de Síndrome de Down, la galactosemia y la mucopolisacaridosis.

En 1973, se produjo la primera legalización del aborto terapeútico en EE.UU.


2. En las técnicas de fecundación in Vitro (FIV), aplicadas a personas con problemas considerables de esterilidad. A cada día que pasa, la cantidad de personas con estas dificultades para tener hijos aumenta, por una gran variedad de factores. En la FIV se extraen los óvulos de la madre, se fecundan in Vitro (en el laboratorio) con los espermatozoides del padre y se obtienen una serie de embriones. De 2 a 4 embriones seleccionados de todo el total, se transferirán a la madre para que resulten en un embarazo. El resto de embriones no escogidos se congelarán y se mantendrán a la espera para volver a ser utilizados si la FIV no tuviera éxito por primera vez. Si no es así, estos embriones quedarán disponibles para lo que la ley en ese momento permita. Aunque en todo esto de los embriones, células madre, etc., Hay mucho vacío y jaleo legal, porque está cambiando continuamente el panorama.

Bien, los óvulos fecundados que se eligen son aquellos que genéticamente no poseen enfermedades genéticas detectables. Son además, los que mayor probabilidad tienen de desarrollarse sanos. Anteriormente, también se han elegido los mejores óvulos y espermatozoides para que se fecunden entre sí. El resto de embriones y óvulos quedan congelados con un final muy difuso.
De nuevo, selección genética, se congelan aquellos embriones no ya por el sólo hecho de tener una enfermedad genética sino por la probabilidad teórica de poder tenerla. Y los mejores son los que al final llegan a implantarse para que nazcan como un embarazo en apariencia normal

Ya no nos guiamos por hechos determinantes en la selección como en el caso 1, sino por probabilidades.

El primer caso de FIV tuvo lugar en julio de 1978. La mal llamada "primera niña probeta".

3. Los estudios de herencia familiar. En ellos, entre otras cosas, se tiene en cuenta las probabilidades que existen de que una determinada enfermedad genética se transmita de los padres a los hijos. Si conocemos que tanto el padre como la madre tienen una probabilidad relativamente alta de tener una descendencia con problemas por los antecedentes con sus familias, se procede a la FIV para seleccionar aquellos embriones que sepamos que no lo van a poseer. Eso puede hacerse de diversas formas, en los casos en los que es posible, la más simple es elegir el sexo del embrión en enfermedades ligadas al sexo. En otras más complicadas, se analiza si existe el gen anómalo, si es conocido, para descartar ese embrión.

El primer caso ocurrió en Noviembre del 2004. Prevención de un cáncer colorrectal.


Estos 3 casos son aplicados a enfermedades genéticas lo suficientemente estudiadas como para saber el factor desencadenante, ya sea la deleción, adición o traslocación de uno o varios genes, la supresión o adición de un cromosoma, etc. Nos centramos sólo en las enfermedades. Estamos en la primera fase de selección genética.
Conforme el conocimiento de nuestro genoma vaya en aumento, la cantidad de enfermedades genéticas que se tratarán de evitar será cada vez mayor.

El paso siguiente consistirá en tratar de disminuir al máximo la probabilidad de sufrir un cáncer, una enfermedad cardiaca... El paso de las enfermedades multifactoriales, aquellas que se ven influidas tanto por el ambiente como por la genética. Se tratará de controlar el factor genético. La segunda fase de selección genética. Aún mayor selección.

Y el último paso, que dudo si se dará o no, porque de ello depende la fuerza ética en la época en que se desarrolle. La selección genética para la selección de los mejores carácteres: Más inteligencia, mayor rapidez, más altura, unos ojos de color determinado ... La tercera y última fase de selección genética.

Existiría otra fase más de selección genética, pero a diferencia de las 3 anteriores, que son graduales, ésta sería radical e inhumana. La selección genética a través de la muerte de los individuos más débiles genéticamente. La que practicaban los nazis hacia los deficientes mentales.

Y todo el tema de selección genética es un contínuo entramado de dilemas.
Si tuviéramos el conocimiento y la capacidad para decidir si quisiéramos tener el hijo más sano, inteligente, guapo y atlético posible, ¿nos atreveríamos a dejarlo al azar?
¿Quién deja las enfermedades y defectos al azar cuando se puede elegir?
¿Cómo se sentiría el niño con una deformación, con un defecto genético al saber que podrían haber prescindido del azar?
¿Es ético desechar embriones de alrededor de 8 células con potencial para ser humanos?
¿El hecho de ser potencialmente humanos los convierte en humanos?
¿En qué fase desde el momento de la fecundación puede considerarse al embrión un humano? ¿Desde el principio, desde cuando tiene 16 células, 4 semanas, 18 semanas?