19 octubre 2006

Paradojas Sanitarias en la Sociedad Occidental I

Estaba hace unos días cenando con la tele encendida cuando pude ver el nuevo anuncio que han hecho para las fuerzas armadas: "Unos profesionales comprometidos con la paz en el mundo". Toda una afirmación en apariencia verdadera y que a su vez se contradice a sí misma, una paradoja. Lo ideal sería que el anuncio fuera ironía, que los publicistas son unos cachondos y están diciendo lo contrario de lo que quieren decir. Pero gran parte del futuro de las fuerzas armadas dependen de anuncios irrealmente idealizados como ése, así que pretenden decirlo en serio, otra cosa es que se lo crean ellos mismos. Las cosas ya no eran como antes, cuando las cosas se llamaban por su nombre, los ministerios de Defensa eran los Ministerios de Guerra y las Fuerzas Armadas son aquellas que se dedicaban principalmente a matar gente en guerras (por ello lo de "Armadas") pero no, ahora son casi como organizaciones humanitarias.

Divagando con este anuncio me puse a pensar en todas esas pequeñas paradojas que encontramos en nuestra sociedad, hasta que llegué al campo sanitario (al final, siempre barro hacia casa) y me di cuenta de la gran cantidad que hay y lo realmente contradictorias que resultan. Entre las más destacadas:

- 1. El miedo a la Resonancia Magnética Nuclear (RMN) y la confianza en las Gammagrafías.

La palabra "Nuclear" es algo que la gente asocia enseguida con bombas nucleares como la de Hiroshima o con sucesos catastróficos como el accidente nuclear de Chernobyl, lo que le ha aportado esa connotación tan dramática. Es esta connotación lo que hace que en cuanto las personas oyen que se les tiene que realizar una RMN tiendan a asustarse. Si bien, el hecho de hacerlo es por pura ignorancia. Paradójicamente la RMN es una de las técnicas de imagen más seguras que existen, mucho más que los TACs y los Rayos X. Por ponerlo de forma sencilla, la RMN consiste en ir pasando un gran imán que crea un gran campo magnético. Lo de "Nuclear" viene porque es este campo magnético el que produce una alineación de los protones, que se encuentran en el núcleo del átomo. No hay radiaciones ionizantes ni sustancias radiactivas por ningún lado, pero la palabra "Nuclear" indica lo contrario a gente que no conoce la técnica. Por eso, últimamente los médicos tratan de evitar este último término, cansados ya de tener que ir deshaciendo temores sin fundamento, y el concepto se ha quedado como "Resonancia" o "Resonancia Magnética".

Después encontramos que técnicas mucho más "arriesgadas" como las gammagrafías, donde se inyectan isótopos radiactivos y que son verdaderamente pruebas nucleares, no asustan tanto como la RMN. Como "gammagrafía" no es un término con ninguna connotación negativa, la gente se queda tranquila. Aún cuando se tiene que firmar un consentimiento para realizar dicha técnica y que indica que se inyectarán sustancias radiactivas, como no aparece lo de nuclear, no da tantos problemas.


- 2. La obsesión por estar moreno y las cremas antienvejecimiento.

Otro comportamiento ciertamente paradójico y gracioso de nuestra sociedad. Si lo miramos desde una perspectiva histórica la paradoja se duplica. Hace unos siglos lo bello era tener la piel lo más pálida posible, incluso se utilizaban polvos faciales para aclarar lo piel al máximo. La palidez era un indicador de "status", que una persona no fuera morena indicaba que no tenía que trabajar bajo el sol durante el día. Hoy es justo lo contrario. Quién está moreno es porque tiene el "status" de poder ir a la playa, piscina o a sesiones de rayos UVA. Lo estético es estar moreno y hay muchas personas que lo buscan con ansia.

Por otro lado, encontramos a las cremas "antienvejecimiento" tan anunciadas por todos lados. Que son mentira, ni previenen el envejecimiento de la piel ni la combaten. Pueden mejorar el aspecto de la piel el tiempo que se usan pero ésta se irá deteriorando inexorablemente. Esas cremas y los "milagrosos crecepelos" no distan tanto en su eficacia. Cualquier estudio médico serio que se hace (sin ninguna farmacéutica implicada) demuestra que no son eficaces. De todas formas, no quiero detenerme mucho en este punto porque ya lo trataré individualmente en el futuro.

El envejecimiento de la piel se da por razones genéticas, conforme los años van pasando, la regeneración y reparación celular son procesos que se van estropeando, la piel va perdiendo su estructura inicial y se va deshidratando. Pero también hay muchos factores externos que pueden adelantar este envejecimiento y uno de los que más importancia tiene es la exposición solar.

No sólo un exceso en la exposición solar aumenta el riesgo de melanomas, también envejece la piel prematuramente, lo que se denomina fotoenvejecimiento. Aunque no por ello se debe evitar la exposición solar, al contrario, siempre hay que tomar un mínimo de sol para que la vitamina D, implicada en la absorción del calcio, puede sintetizarse. Pero esta exposición es, como su palabra indica, mínima, con un cuarto de hora de exposición solar dos o tres veces a la semana es más que suficiente.

Resulta paradójico como las personas que más ansias tienen en estar morenas (algunas incluso de forma permanente) suelen ser también aquellas que más uso hacen de cremas antienvejecimiento. Entre la efectividad del sol para provocar el envejecimiento de la piel y la inutilidad de las cremas para combatirlo no es de extrañar que cada vez haya más personas con un envejecimiento prematuro de la piel. Todo sea por estar guapos y guapas, piel morena tostadita para hoy y envejecida para mañana.

Continuará...